Quiero dar voz a la migraña, para compartir mi dolor, para compartir mi sufrimiento, para que deje de sentirme culpable y que los demás le den la importancia que merece.
Pero también quiero compartir que con la migraña soy FELIZ, que he aprendido mucho de ella, que cada día aprendo nuevas cosas, y que debemos convivir con ella y no malvivir con ella. Al fin y al cabo me defino como una mami feliz, con migraña crónica, pero ¿Quién no tiene algo que la hace especial?