“El uso de biomarcadores en pacientes trasplantados permitirá reducir la inmunosupresión y mejorar su calidad de vida”

Entrevista a Josep Maria Grinyó, del Hospital Universitario Bellvitge, en el Congreso de la Sociedad Catalana de Trasplantes

  • España participará en el estudio europeo BIODrIM para individualizar la inmunosupresión post trasplante en función de marcadores

  • BIODrIM, que se inicia esta año, es un ambicioso proyecto europeo en el que participarán centros trasplantadores de alta excelencia y que cuenta con el patrocinio de la Unidad de Trasplantes de TEVA Pharmaceuticals

  • "El mayor reto de la inmunosupresión es mantener el órgano trasplantado sin rechazo y al mismo tiempo mantener el sistema inmune activo para rechazar infecciones", señala el Dr. Grinyó

En el mes Marzo se celebró en Barcelona el Congreso de la Sociedad Catalana de Trasplantes. En este congreso, referente dentro del panorama nacional de trasplantes, estuvieron presentes renombrados líderes de opinión hablando de los grandes avances que en esta área hay previstos.

Dentro de los proyectos que se inician este 2015 está el estudio BIODrIM, un proyecto que cuenta con el patrocinio de la Unidad de Trasplantes de TEVA Pharmaceuticals. El estudio BIODrIM es un ambicioso proyecto europeo en el que participarán centros trasplantadores de alta excelencia, dentro de los cuales se encuentra el Hospital Universitario de Bellvitge (Barcelona).

BIODrIM tiene como objetivo la individualización de la inmunosupresión basada en biomarcadores, a fin de ajustar las dosis de los fármacos inmunosupresores en base al grado de respuesta inmune del receptor. Y para conocer más sobre el estudio, sus objetivos y la situación actual del área de trasplantes en nuestro país entrevistamos al Profesor Josep M. Grinyó, profesor de medicina en la Universidad de Barcelona y Director del departamento de Nefrología del Hospital Universitario de Bellvitge.

1-. ¿Qué tiene España específicamente que no tenga ningún otro país para ser líder en trasplantes?

Organización profesional de la detección de donantes que no se deja nada al azar, en la que se hace una detección prospectiva de donantes. Empezó hace 30 años con 8 trasplantes por cada millón de habitantes/año. Se ha multiplicado por 5.

La clave del modelo fue darse cuenta de que no había que organizar grandes redes de distribución de órganos sino organizar una gran red de detección de donantes. Todo se enmarcó en la ley de trasplantes de finales de 1979.

Después se fraguaron equipos clínicos de alta eficacia y se adoptó un modelo de acercamiento de trasplante a todos los rincones de la geografía, a través de centros más pequeños y próximos.

2-. Una persona trasplantada necesita inmunosupresores toda su vida para que el órgano extraño no le produzca rechazo ¿hasta qué punto se modula su sistema inmunitario? ¿Cómo influye a la hora de combatir infecciones o de padecer un cáncer?

La inmunosupresión tiene diferentes etapas:

  • Una etapa con dosis relativamente altas de inmunosupresores para evitar rechazo. En esta etapa se utilizan combinaciones de fármacos para reducir las interacciones. Se denomina terapia multidiana
  • Una etapa inmunosupresora de mantenimiento en la que se mantiene el órgano funcionante. Se usan dosis más reducidas de manera que se mantiene el órgano quiescente para llevar a regímenes de baja morbilidad.

El mayor reto de la inmunosupresión es mantener el órgano trasplantado sin rechazo y al mismo tiempo mantener el sistema inmune activo para rechazar infecciones.

En el trasplante hepático se consigue este reto, ya que la mayoría de los pacientes a los 10 años pueden estar con dosis muy bajas de inmunosupresores.

3-. Imaginamos que es de gran importancia hablar con la familia del donante, ¿no es así?

En realidad no es algo de gran importancia, sino que ¡se ha demostrado fundamental! La ley del 79, fue redactada por una élite que contemplaba el consentimiento presunto. Con el paso del tiempo, el sentido común hizo ver que la ley estaba muy por delante de la sociedad, por lo que se hizo público un decreto por el cual había que obtener información sobre la voluntad del donante, es decir, preguntar a la familia.

4-. ¿Cómo ve el futuro de los trasplantes?

Bien pero con algunas dificultades a futuro. La cantidad de donantes será muy difícil de aumentar así como la calidad de los órganos no va a mejorar por lo que se cree que una buena vía de mejorar el sistema sería promocionar el donante vivo.

En cuanto a los pacientes trasplantados, el problema del rechazo es cada vez menor, la mayoría de los pacientes trasplantados no mueren por el temido rechazo, sino de enfermedad cardiovascular que en la mayoría de los casos no tiene relación con el trasplante en sí mismo.

Por otro lado, y haciendo referencia a la especialidad de trasplantes que más conozco, el trasplante renal no ha dejado de mejorar aunque fuera modestamente, disminuyendo la morbilidad y controlando la mortalidad.

En el futuro creo que se debería mejorar a medio-largo plazo la mortalidad por enfermedad cardiovascular y cáncer. También otra área de gran desarrollo en el futuro será la posibilidad de usar biomarcadores de forma que podamos detectar que pacientes necesitan menor inmunosupresión y así poder alargar la vida y la calidad de vida de estos pacientes usando dosis menores de inmunosupresores.

5-. Nuestro país es muy reconocido por ser líder en trasplantes ¿Pero también se realizan investigaciones avanzadas sobre el tema aquí?

España es uno de los países donde se va a llevar a cabo el estudio BIODRIM, un estudio que van a poner en marcha desde el consorcio europeo y que se desarrollará en 8 hospitales de toda Europa.

Los hospitales donde se llevará a cabo el estudio BIODRIM son los de Praga, Hannover, Berlín, Amsterdam, Nantes, Oxford y dentro de España estará el Hospital de Bellvitge donde nuestro equipo colaborará con el resto para el desarrollo de este estudio.

6-. ¿Cree que entre los profesionales puede haber cierta reticencia sobre los fármacos inmunodepresores genéricos de marca? Estos fármacos cumplen los mismos controles y normativas que los de marca. Apoyando la investigación, el desarrollo y la sostenibilidad del SNS.

Los profesionales sanitarios se deben a la calidad. La mejor arma para evitar el rechazo es el uso de buenos agentes inmunosupresores combinados en pautas que equilibren el riesgo/beneficio. El uso de inmunosupresores genéricos de calidad contrastada debe de proporcionar los mismos beneficios terapéuticos que los originales, y en ese sentido no genera reticencia entre los profesionales del trasplante.

Comparte esta página: